Robots que matan
Los UAV se van a ir implantando lenta pero firmemente. Esta tecnología permitirá en breve que desde cualquier capital europea se pueda controlar una aeronave que sobrevuela el espacio aéreo afgano, por ejemplo. Capacidad para decidir con buena información y en tiempo real: eso es lo que aportan este tipo de naves, dicen los expertos. ¿Qué será entonces de los pilotos?
Fabrice Camliti, piloto francés de Mirage 2000, cruza la pista de Le Bourget con sus gafas de sol colocadas en la frente, reposadas sobre las cejas. "No podrán prescindir de nosotros porque nunca se podrá sustituir la inteligencia del hombre", manifiesta con aplomo. "Cuando oímos hablar de los UAV, a veces suena interesante, pero es verdad que otras, resulta un poco intranquilizador".
El Eagle 1 es una UAV de 16 metros de largo que pesa 1,2 toneladas, vuela a 25.000 pies de altura y goza de 24 horas de autonomía. Dotado de sensores y radar, es adecuado para seguir por ejemplo, a un coche, y mandar imágenes a la base. Se le señala la ruta en el mapa y se puede le puede enviar a 500 kilómetros de distancia a que tome imágenes. Es decir, se programa, como si fuera un robot. "Este es perfecto para blancos de alto valor añadido", dice un experto que prefiere no dar su nombre. "Por ejemplo, terroristas en el desierto: los detectas y los puedes identificar".
Los UAV de este tamaño, y más grandes, como el Heron TP israelí, se pueden cargar con armas. Con proyectiles. Lo cual los convierte en aviones que no sólo espían, sino que también matan. Robots que matan. Los expertos coinciden en señalar que el ejército estadounidense ya los usa en la guerra de Irak. El modelo de UAV de la flota de EE UU se llama Predator y carga misiles anticarro Hellfire.
Es lo que ocurre en tiempos en que las guerras se ganan o pierden en televisión. Se buscan aparatos precisos que den en el blanco que se persigue con el menor número de víctimas colaterales. Para eso sirven, dicen, estos dispositivos de última generación. "El bombardeo de alfombra ya no se lleva, te echan de la ONU y es un gasto inútil", manifiesta un ingeniero del sector. "Se pretende que las intervenciones sean operaciones de cirugía: no hace falta destruir una ciudad, lo importante es destruir el centro de mando y control. Puede que haya cinismo de tras de todo esto, pero las guerras son menos salvaje que antes". Éste es un discurro recurrente entre técnicos e ingenieros del sector. Luego están las víctimas por fuego amigo y los errores de las máquinas. Y las decisiones políticas. Y el uso que se hace de este tipo de dispositivos.
El Neuron, el avión de combate europeo, no sólo será espía, será un avión armado. En el proyecto, cuyo primer vuelo está fijado para 2011, participa España junto a Francia, Reino Unido, Italia, Suecia, Grecia y Suiza.
El Eagle 1 es una UAV de 16 metros de largo que pesa 1,2 toneladas, vuela a 25.000 pies de altura y goza de 24 horas de autonomía. Dotado de sensores y radar, es adecuado para seguir por ejemplo, a un coche, y mandar imágenes a la base. Se le señala la ruta en el mapa y se puede le puede enviar a 500 kilómetros de distancia a que tome imágenes. Es decir, se programa, como si fuera un robot. "Este es perfecto para blancos de alto valor añadido", dice un experto que prefiere no dar su nombre. "Por ejemplo, terroristas en el desierto: los detectas y los puedes identificar".
Los UAV de este tamaño, y más grandes, como el Heron TP israelí, se pueden cargar con armas. Con proyectiles. Lo cual los convierte en aviones que no sólo espían, sino que también matan. Robots que matan. Los expertos coinciden en señalar que el ejército estadounidense ya los usa en la guerra de Irak. El modelo de UAV de la flota de EE UU se llama Predator y carga misiles anticarro Hellfire.
Es lo que ocurre en tiempos en que las guerras se ganan o pierden en televisión. Se buscan aparatos precisos que den en el blanco que se persigue con el menor número de víctimas colaterales. Para eso sirven, dicen, estos dispositivos de última generación. "El bombardeo de alfombra ya no se lleva, te echan de la ONU y es un gasto inútil", manifiesta un ingeniero del sector. "Se pretende que las intervenciones sean operaciones de cirugía: no hace falta destruir una ciudad, lo importante es destruir el centro de mando y control. Puede que haya cinismo de tras de todo esto, pero las guerras son menos salvaje que antes". Éste es un discurro recurrente entre técnicos e ingenieros del sector. Luego están las víctimas por fuego amigo y los errores de las máquinas. Y las decisiones políticas. Y el uso que se hace de este tipo de dispositivos.
El Neuron, el avión de combate europeo, no sólo será espía, será un avión armado. En el proyecto, cuyo primer vuelo está fijado para 2011, participa España junto a Francia, Reino Unido, Italia, Suecia, Grecia y Suiza.
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