miércoles, 6 de junio de 2007

Heyyyy... Cuidado con Eso...!!

El hermano de Lula provoca conflictos en el gobierno
Las sospechas de corrupción vertidas por la policía brasileña contra un hermano y un compadre del jefe de Estado, Luiz Inácio Lula da Silva, sorprendieron ayer a la oposición y amenazan con abrir otro frente de conflictos en el espectro político que apoya al gobierno.
Darío Morelli Filho, uno de cuyos hijos es ahijado de Lula, fue detenido por la Policía Federal acusado de vínculos con mafias del juego ilegal, y la casa de Genival Inácio da Silva, hermano del presidente, fue allanada en medio de las investigaciones.
El jefe de Estado, que supo del caso en Nueva Delhi, donde estaba en visita oficial, consideró a Genival como ''el mejor hermano'' que tiene y afirmó que ``es una persona extraordinaria''.
Sobre Morelli Filho, Lula matizó que la verdad se sabrá una vez que concluya la investigación.
''Aquellos que son inocentes, serán inocentes, y aquellos que sean culpables, serán castigados'', afirmó Lula, quien expresó confianza en la Policía Federal, que en su opinión está ''realizando un trabajo extraordinario'' contra la corrupción.
Genival es el mayor de los 22 hijos que el labriego analfabeto Arístides da Silva tuvo con su esposa Eurídice, conocida como ''doña Lindú'', y con la prima de ésta, Valdomira, a quien la familia llamaba cariñosamente Mocinha.
Como su hermano Lula, Genival fue obrero metalúrgico y sindicalista y se jubiló hace varios años. Su nombre surgió en medio de muchas de las denuncias de corrupción que, en el 2005, fueron hechas contra el gobierno.
Genival fue acusado entonces de ''tráfico de influencias'', pero una investigación iniciada sobre el asunto por el Congreso fue archivada el año pasado sin que se llegase a probar nada en su contra.
La misma oposición que hace dos años impulsó esa investigación reaccionó ayer con cautela a la posible relación de Genival con las mafias del juego ilegal, pero dio a entender que puede reactivar un caso que sería de lo más incómodo para el gobierno.
''Estamos impresionados. Nunca se ha visto nada tan deplorable en la política y la democracia brasileña'', declaró el senador Arthur Virgilio, jefe de la bancada parlamentaria del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

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