La actitud de Danilo
Por Johny Arrendel
Si Danilo Medina asume la actitud de aislarse del PLD en momentos que esa entidad busca reelegir al presidente Leonel Fernández, lo único que conseguirá será disminuir su incidencia política.
De hecho, el "Titán de Bronce" ya no es percibido por la comunidad nacional con la misma imagen de antes del Congreso Elector Juan Bosch.
Hasta entonces, se le veía y se le vendía como el "dueño absoluto de las estructuras moradas", pero en lo adelante no será así, ahora tendrá que bajar a la realidad simple de ser un jefe de grupo, aunque todos deberán reconocer que cuenta con un buen pedazo del pastel partidario.
Sin embargo, El 28 por ciento conquistado por Danilo en las primarias no cuantifica su sector en las filas peledeístas.
Ese porcentaje comenzó a disminuir desde el instante que el hasta entonces precandidato admitió su derrota contundente, y sigue en picada porque su figura ya no representa poder.
Al cumplirse la premisa de que ganaría "mucho a poco", y al concluir un proceso en el que por primavera vez no hicieron mancuerna, sino que estuvieron de frente, el mandatario queda liberado de toda deuda con el sanjuanero, a quien en su momento cedió importantes cuotas de poder en los dos gobiernos que ha encabezado.
Quizás resulte imperceptible para los menos aguzados, pero dentro del PLD el grupo de Danilo Medina comienza a perder adherentes de manera sostenida.
Sin embargo, El 28 por ciento conquistado por Danilo en las primarias no cuantifica su sector en las filas peledeístas.
Ese porcentaje comenzó a disminuir desde el instante que el hasta entonces precandidato admitió su derrota contundente, y sigue en picada porque su figura ya no representa poder.
Al cumplirse la premisa de que ganaría "mucho a poco", y al concluir un proceso en el que por primavera vez no hicieron mancuerna, sino que estuvieron de frente, el mandatario queda liberado de toda deuda con el sanjuanero, a quien en su momento cedió importantes cuotas de poder en los dos gobiernos que ha encabezado.
Quizás resulte imperceptible para los menos aguzados, pero dentro del PLD el grupo de Danilo Medina comienza a perder adherentes de manera sostenida.
En tanto que dos razones fundamentan el pronóstico de que no puede esperar grandes concesiones para negociar su integración a la campaña en pro de Fernández: Elemental, no hay que darle nada a su sector porque los principales exponentes del danilismo ya ocupan muchas de las mejores posiciones gubernamentales, congresuales y municipales.
Para preservar su posicionamiento como figura de primer orden en el escenario político, se supone que Danilo no dará el salto al vacío que representaría su hipotética salida del PLD.
Para preservar su posicionamiento como figura de primer orden en el escenario político, se supone que Danilo no dará el salto al vacío que representaría su hipotética salida del PLD.
En un fenómeno único en el hemisferio, y probablemente en el mundo, Juan Bosch abandonó el PRD en 1973, entonces partido mayoritario en el país, no vaciló en quedarse sólo, se levantó de la nada y fundó otra entidad que ha superado en tamaño y caudal electoral a su ópera prima.
Pero el reto de igualar esa hazaña solo podría concretarlo alguien que sea un líder de verdad, como lo fue el patriarca.
Con los resultados recientes, se evidencia que era un mito la proclama de que el danilismo era inderrotable por su control interno.
Con los resultados recientes, se evidencia que era un mito la proclama de que el danilismo era inderrotable por su control interno.
En verdad, nadie está en capacidad de dominar una estructura hipertrofiada como la del PLD actual.
Los peledeístas de hoy no son militantes como en los 70s, 80s y 90s.
Ya no responden a direcciones medias compuestas por unos siete individuos.
El otrora partido de cuadros se ha agigantado, pero eso sí, alrededor de la figura de Leonel Fernández, un imán del que emana un irresistible aura de poder.
Otra historia de ficción que quedó al descubierto, es aquella de de que Danilo conocía toda la dirigencia morada.
Otra historia de ficción que quedó al descubierto, es aquella de de que Danilo conocía toda la dirigencia morada.
En verdad esto se propaló como una táctica para denigrar a Leonel Fernández: Se pretendió presentarlo como una figura eminentemente candidateable, pero sin conexión alguna con las bases.
En realidad, la estructura vieja del PLD solo existe en la cabeza de Medina, quedó arropada con la masificación, y nadie está en capacidad humana de distinguir por sus nombres a los miles de presidentes de comités de base.
La fortaleza de la precandidatura de Danilo en las bases quedó en entredicho desde el momento que sus más cercanos adláteres la emprendieron contra el presidente Fernández, ya que de estar tan bien plantado, como insistían, no tendrían necesidad de atacar tan fuerte a su rival y dificultar sumar al equipo contrario una vez terminado el proceso.
Empero, con su táctica de frenar en un momento dado la expansión de la membresía del PLD, Medina y su grupo consiguieron que su caída fuese menos estrepitosa, ya que de permitir que se habilitaran para votar los miles de aspirantes que fueron impedidos de ingresar al partido gubernamental y que apoyan a Fernández, la proporción obtenida por el ex secretario de la Presidencia hubiese resultado ínfima.
Mientras contempla como se produce la sangría de su grupo, Danilo Medina tendrá tiempo para reflexionar en torno a sus errores.
La fortaleza de la precandidatura de Danilo en las bases quedó en entredicho desde el momento que sus más cercanos adláteres la emprendieron contra el presidente Fernández, ya que de estar tan bien plantado, como insistían, no tendrían necesidad de atacar tan fuerte a su rival y dificultar sumar al equipo contrario una vez terminado el proceso.
Empero, con su táctica de frenar en un momento dado la expansión de la membresía del PLD, Medina y su grupo consiguieron que su caída fuese menos estrepitosa, ya que de permitir que se habilitaran para votar los miles de aspirantes que fueron impedidos de ingresar al partido gubernamental y que apoyan a Fernández, la proporción obtenida por el ex secretario de la Presidencia hubiese resultado ínfima.
Mientras contempla como se produce la sangría de su grupo, Danilo Medina tendrá tiempo para reflexionar en torno a sus errores.
Como aquel absurdo de calcular que blindarse con senadores, síndicos, diputados y regidores le serviría para arrastrar votos en las comunidades que esos cargos electos representan.
Parece que no tomó en cuenta que quien presentó a aquellos cuando eran candidatos, y le agenció el respaldo necesario para que ascendieran fue el presidente Fernández y con ello les arrastró miles de votos, en modo alguno, entonces, podían tener más fuerza que quien les hizo ganar los puestos que ocupan.
Si Danilo no fue quien salió a vender a los candidatos locales, y el mayor interés de todos ellos durante la campaña congresual y municipal del 2006 fue contar con el impulso de Leonel, no cabe duda que su intento de superar al flamante candidato a la reelección no fue más que una quimera.
Si Danilo no fue quien salió a vender a los candidatos locales, y el mayor interés de todos ellos durante la campaña congresual y municipal del 2006 fue contar con el impulso de Leonel, no cabe duda que su intento de superar al flamante candidato a la reelección no fue más que una quimera.
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