Se Abrieron las Compuertas de la Historia
Por Juan Cruz Triffolio
Sociólogo - Comunicador
Mediante el Decreto 389-07, el Poder Ejecutivo acaba de designar con el nombre Hermanas Mirabal la provincia de Salcedo.
A todas luces, la iniciativa es correcta y por tanto, digna de los más extensos y acentuados elogios, tanto para quienes utilizaron su ingenio y originalidad en la formulación de la propuesta como para aquellos que la acogieron en toda su extensión.
Siendo así y aquilatada su valiosa necesidad, sobre todo en lo que concierne a reconocer la dimensión histórica y política de las Heroínas de la ayer provincia de Salcedo, al igual que por razones similares de justicia, nos arriesgamos formular las siguientes propuestas:
Que la provincia de La Vega honre con su nombre a uno de sus insignes y gloriosos hijos, extraordinario político y paradigma de cuentística universal: Juan Bosch.
Que la provincia del Morro, Montecristi, pase a ser denominada Manuel Aurelio Tavarez Justo –Manolo-, en reconocimiento a la estrella guía de la Raza Inmortal, sacrificado en aras de las libertades públicas y la auténtica democracia en las escarpadas montañas de Quisqueya.
Que la provincia conocida como La Sultana del Este, San Pedro de Macorís, urgentemente, sea denomina Pedro Mir, en reconocimiento a la labor patriótica y literaria del genio de la prosa y el verso quien, con una belleza y profundidad insuperable, nos indica que hay un país enclavado en el mismo trayecto del sol: República Dominicana.
Que el municipio de Navarrete sea elevado a la categoría de provincia con el nombre de Joaquín Balaguer, porque entre sus tantos méritos resalta el ser “Padre de la Democracia y el Desarrollo Económico de la Nación Dominicana”, como a bien tuvo el Congreso Nacional, en su oportunidad, declarar.
Que Santiago Apóstol sea reducido para honrar el municipio de Santiago de los Caballeros y en la denominación de la provincia, se emplee el nombre de la ilustrísima educadora y patriota Ercilia Pepín.
Que la provincia La Romana, con cuya denominación se reconoce un instrumento de pesaje, se le designe con el nombre del asesor sindical, escritor y abogado Guido Gil, entre otras figuras relevantes de la sociedad romanense.
Que la provincia Peravia, terruño sureño donde se produce el único dulce que no le amarga la vida a nadie, sea denominada Máximo Gómez, espada independentista y banilejo estelar de visión internacionalista.
Que la Benemérita Provincia de San Cristóbal, acogiéndonos al Perdón Cristiano y a la vez reconociendo su dimensión histórica, se le asigne el nombre de Rafael Leónidas Trujillo Molina, a quien otrora, por convicción o por temor, muchos sentían el orgullo de llamarle “Benefactor de la Patria”.
Es innegable que la relación de propuestas podría resultar interminable como también es verdad que las compuertas de la historia parecen han sido abiertas para reconocer meritos y virtudes de extraordinarias figuras nacionales.
Ya iniciamos, proponga Usted las suyas y haréis justicia..!! Anímese..!!
Por Juan Cruz Triffolio
Sociólogo - Comunicador
Mediante el Decreto 389-07, el Poder Ejecutivo acaba de designar con el nombre Hermanas Mirabal la provincia de Salcedo.
A todas luces, la iniciativa es correcta y por tanto, digna de los más extensos y acentuados elogios, tanto para quienes utilizaron su ingenio y originalidad en la formulación de la propuesta como para aquellos que la acogieron en toda su extensión.
Siendo así y aquilatada su valiosa necesidad, sobre todo en lo que concierne a reconocer la dimensión histórica y política de las Heroínas de la ayer provincia de Salcedo, al igual que por razones similares de justicia, nos arriesgamos formular las siguientes propuestas:
Que la provincia de La Vega honre con su nombre a uno de sus insignes y gloriosos hijos, extraordinario político y paradigma de cuentística universal: Juan Bosch.
Que la provincia del Morro, Montecristi, pase a ser denominada Manuel Aurelio Tavarez Justo –Manolo-, en reconocimiento a la estrella guía de la Raza Inmortal, sacrificado en aras de las libertades públicas y la auténtica democracia en las escarpadas montañas de Quisqueya.
Que la provincia conocida como La Sultana del Este, San Pedro de Macorís, urgentemente, sea denomina Pedro Mir, en reconocimiento a la labor patriótica y literaria del genio de la prosa y el verso quien, con una belleza y profundidad insuperable, nos indica que hay un país enclavado en el mismo trayecto del sol: República Dominicana.
Que el municipio de Navarrete sea elevado a la categoría de provincia con el nombre de Joaquín Balaguer, porque entre sus tantos méritos resalta el ser “Padre de la Democracia y el Desarrollo Económico de la Nación Dominicana”, como a bien tuvo el Congreso Nacional, en su oportunidad, declarar.
Que Santiago Apóstol sea reducido para honrar el municipio de Santiago de los Caballeros y en la denominación de la provincia, se emplee el nombre de la ilustrísima educadora y patriota Ercilia Pepín.
Que la provincia La Romana, con cuya denominación se reconoce un instrumento de pesaje, se le designe con el nombre del asesor sindical, escritor y abogado Guido Gil, entre otras figuras relevantes de la sociedad romanense.
Que la provincia Peravia, terruño sureño donde se produce el único dulce que no le amarga la vida a nadie, sea denominada Máximo Gómez, espada independentista y banilejo estelar de visión internacionalista.
Que la Benemérita Provincia de San Cristóbal, acogiéndonos al Perdón Cristiano y a la vez reconociendo su dimensión histórica, se le asigne el nombre de Rafael Leónidas Trujillo Molina, a quien otrora, por convicción o por temor, muchos sentían el orgullo de llamarle “Benefactor de la Patria”.
Es innegable que la relación de propuestas podría resultar interminable como también es verdad que las compuertas de la historia parecen han sido abiertas para reconocer meritos y virtudes de extraordinarias figuras nacionales.
Ya iniciamos, proponga Usted las suyas y haréis justicia..!! Anímese..!!
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